lunes, 24 de marzo de 2008

A Andres Roemer

París - Salon du livre - Comentarios

Señor Roemer, le platico que el otro día me dió mucho gusto haberlo encontrado caminando por los campos Elíseos, aunque un poco más tarde me dí cuenta de que pude haber tenido una plática más amena con usted, regresé pero ya no lo ví, creo que en ese momento lo hubiera invitado a escuchar una conferencia en el Quai Branly que Xóchitl Gálvez daba como invitada dentro de un ciclo de conferencias de personalidades relacionadas con la temática del museo que hasta donde puedo decir es una buena experiencia, si no lo ha visitado seguramente tendrá tiempo alguna otra vez o en algún otro momento (Una puede ver el universo indígena de cada continente en un espacio muy ameno con textiles y materiales para estudio, increible). Le decía que me fue muy grato su encuentro porque me volvió a despertar; justo el día anterior me preguntaba sobre muchas cosas relacionadas con la gente en el entendido de que por el mundo hay muchas personas que son unas y unos hijos de puta y demás; finalmente a ese tipo de gente es a la gente muchas le va muy bien, puede que en nuestro país sea más fácil subir siendo un pendejo ingrato que en otros países, no lo sé, habría que hacer un análisis de sensilibidad y análizar el índice de los mejores países para ello. O bien, usted sabe, algo así como el IDH. Pero bueno, mi cuestionamiento llegó todavía a más cuando escribía en un correo anterior "Lo he confirmado, entre más hijo de puta eres mejor te va". Al siguiente día me encuentro con usted y me hace recordar que la gente inteligente también tiene un lugar no sólo dentro del escalafón de la sociedad intelectual y no sólo eso, sino también una proporción que es internamente mucho más grande en el equilibrio de las personas. De allí se deriva otra cosa que es el significado de estar arriba (Es por ello que hubiera preferido un intercambio de ideas, por la serie de derivaciones que salen a cada momento y parentésis en esto de compartir ideas) pero en fin, sigo: Me encuentro con un París que no es el ideal intelectual que algunos nos podríamos llegar a imaginar cuando llegamos por primera vez, hay gente interesante, las condiciones para una mejor vida suelen ser mayormente visibles; nos damos cuenta que estamos en el primer mundo con una sociedad que es mayormente educada pero no perfecta en moralidad, que de igual manera al haber gente de todo el mundo te encuentras gente orinando en el metro de manera un tanto gortezca que prefiero no describir, que las mujeres van primero, que la cartelera común del cine tiene una gran cantidad de películas del festival de Cannes y de la Berlinale, que los teatros están llenos, que la cultura que no deja de ser consumismo aunque al menos un mejor consumismo porque deja opciones más amplias a los medios comunes de los que estamos acostumbrados en México. En París también me intentan robar pero hasta los rateros son más amables, quizá son menos hijos de puta(pero lo siguen siendo). No quiero decir que Europa sea mejor, yo prefiero mi país muchas veces más, yo quiero que mi gente crezca, que mi gente tenga mejor condiciones de desarrollo pero me preocupa que para lograr más uno de los caminos sea entrar por el camino de los hijos de puta.

Mientras redacto esto buscando su correo electrónico en la red viendo uno de los últimos programas de proyecto 40: escucho a usted cuestionando al director del Festival del centro histórico de la ciudad de México (Por cierto, Kusturika tb se está presentando en la opera de París, el director parece tener buen gusto al escoger es la música de Goran Bregovic) y me recuerda algo que iba a decirle también, de hecho fue una de las primeras cosas que pensé cuando ya no lo encontré al regresar en los campos elíseos: Que una persona como usted debería ir con Alejandro Jodoroswky, yo lo he visto pero no me he querido acercar totalmente a la sesión de tarot; El está los miércoles a las 5pm en el Cafe Le Téméraire (Hay que estar desde las 3pm) del Boulevard Daumesnil, al lado de la Gare de Lyon, no lo he hecho quizá porque necesito sentirme más interesante para poder hacerlo, o quizá no,más bien porque la primera vez me faltaron tres euros para que no me sacaran del café. Sabe ahora que lo pienso, creo que voy a verlo mañana.

Aprovecho para comentarle del Salon du Livre, el equivalente a la FIL de Guadalajara, sólo que nuestro evento es mucho mejor en cuanto a tamaño y espacios interactivos, lo mejor del salón del libro acá es su capacidad de convocar gente, por ejemplo este año reunió a alrededor de 28 escritores Israelitas. El próximo año para sorpresa el festival estará dedicado a nuestro País.

Espero le vaya muy bien y de nuevo le reitero: muchas gracias.

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